sábado, 28 de julio de 2012

Alomejor, puede, quizás.

No quedan sueños, los ha arrastrado el mar. Te deja seco, se lleva hasta tu hogar. No encuentro nada, no queda ni un papel, no vale nada. Y ahora lo pienso, no encuentro una razón. Que triste es esto, la tierra se enfadó. Las rocas suenan a llantos de perdón, los cuerpos pesan. Despiértame, dí que paraste el tiempo y nada sucedió. Y acuéstate, vuelve a contar el cuento donde acaba bien.

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