lunes, 9 de julio de 2012

Fingir que todo está perfecto, mientras duele.

Te conseguí la luz del sol a media noche y el número después del infinito, instalé la osa mayor en tu diadema y tu seguías hoy como si nada. Endulce el agua del mar para tu sed, te alquile un cuarto menguante de la luna y como una buena perdedora busqué en la cama las cosas que el amor no correspondía.

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