-Odio todo de él. Su prepotencia, su cara, su pelo, odio su risa
, odio la forma en la que me trata y odio su coche, su colonia y odio
como me agarran por la cintura sus manos.
+¿Enserio odias todo eso de él?.
-Sí no sabes cuanto, no lo aguanto, lo odio con todas mis fuerzas.
+¿Quieres saber que es lo que más odio yo?.
-¿El qué?.
+Que hayamos quedado para tomarnos un café y que no hayas parado
de hablar de él en toda la tarde. Que sea tu único tema de conversación
y que en el fondo sepas tan bien como se yo que te encanta. Que te
encanta su pelo, su cara, que adoras que te trate con prepotencia y que
te dedique su mejor sonrisa. Te encanta ir de copilota en su coche y que
sus manos acaricien tu cintura de modo que no te puedas resistir apasar
la noche con él. Te encanta que se quede en tu ropa el olor a su
colonia durante días y no podertelo sacar de tu cabeza. No lo odias ni
un pelo.
- . . .
+¿Por qué pones esa cara?¿Acaso es mentira todo lo que he dicho?.
-Odio que me conozcas tan bien.
+Y yo odio que seas tan estúpida, que te valores tan poco y que
no des la cara, que no te enfrentes a la realidad y que no admitas que
te encantaría despertarte a su lado todas las mañanas.
-Pero es tan complicado..
+Tu haces que sea complicado. A veces solo hace falta una chispa..
-Bueno estamos en verano..habrá que lanzarse a la piscina ¿no?.
+Esa es la actitud.
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