jueves, 28 de junio de 2012
Sólos, rozando el límite de lo prohibido.
“ Odio como me hablas y también tu aspecto. No soporto que lleves mi
coche ni que me mires así. Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi
pensamiento. Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las
rimas. Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi
corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que
no me hayas llamado. Pero sobre todo odio no poder odiarte porque no te
odio ni siquiera un poco, nada en absoluto. ”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario