miércoles, 20 de junio de 2012

Es hora de mirar hacia atrás

Ahora mira hacia atrás. Mira todo lo que has recorrido, ese tramo que parecía tan largo, que parecía tan interminable llegó a su fin. Si prestas atención podrás observar señales en el suelo donde quedastes paralizada durante horas frente al miedo, frente al temor de lo que depararía el final del camino, pero fíjate, terminó y aquí estás, entera. ¡Mucho más que entera! Estás perfecta, estás compuesta, te encuentras aún de una sola pieza, y con mucha más fuerza que con la que comenzaste. Ahora sabes realmente lo que quieres, o por lo menos lo tienes más claro, aunque por supuesto las inseguridades y las dudas no te abandonarán para toda la vida, entonces todo sería aburrido, y demasiado fácil. Sé que te gusta lo difícil, sé que te gusta añorar, que te gusta sollozar durante horas con la cabeza hundida en la almohada. Sé que te gusta caminar saltando cuando estás alegre, que te gusta cantar a todas horas, que la música es tu mejor aliado en cada estado de ánimo, e incluso es lo que te llega a empujar a expresarte, concentrarte, liberarte...Pero también sé que es momento de que mires hacia atrás, concéntrate en todo lo realizado, en todo lo caminado, en lo vivido...pero ahora mírate, en este instante, en este momento en el que te hablo y reconoce la bienestar que se observa en el ambiente, la felicidad que brota de cada poro de la piel y del equilibrio que lograste en tu vida; esa que te hacía elevarte y bajar en milésimas de segundos, la que te montaba en una montaña rusa de sentimientos y emociones que no dejaban ver más allá. Y ahora, mira hacia delante. Sé que no verás mucho, que todo está borroso. Pero sí, allí te encontrarás tú, allí estarás antes o después, ¿Habrás cambiado? Quizás sí, quizás no. Las circunstancias difíciles nos llevan a aprender, a hacernos fuertes, más estables, más seguros y decididos. Pues allí a lo lejos te encontrarás, y al mirar hacia atrás verás a personas que quedaron en el camino, pero no te preocupes, eso quiere decir que has avanzado, que has logrado algo más en la vida que otras muchas no son capaces. Y añora el pasado, pero sin esperar menos del futuro, porque ése lo haces tú y nadie más que tú. Y no comiences ya a pensar en el largo y costoso camino que deberás recorrer, mejor piensa en que cada segundo, día o año habrás dejado un trocito ya recorrido.

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