¿Qué ha cambiado?

-¿Te estás rindiendo?
+Si, paso.
-No me creo que tú te estés rindiendo.
+Pues si ¿Qué pasa?
-Que no me lo esperaba de ti. Tú siempre luchas hasta el final ¿Te pasa algo?
+No.
-¿Qué ha cambiado?
+Ahora pienso en que muchas veces no vale la pena luchar.
-¿Desde cuando te ha importado eso?
+Desde ahora.
-Acho no te rindas tú no eres así. No te has rendido nunca.
+Me da igual. Siempre hay una primera vez.
En los últimos días he tenido conversaciones muy parecidas a esta con diferentes personas y distintas situaciones y no paro de pensar qué ha cambiado en mi, en mi forma de pensar. Antes no lo pensaba simplemente decía "Hasta el final". Ahora no, no sé si he madurado o qué ha podido pasar pero sinceramente pienso que ahora no vale la pena luchar por nada ¿De qué sirve?. Son ya demasiados palos, demasiadas luchas en vano y demasiados chascos acumulados como para pensar que merece la pena. Muchas veces estuve a punto, pero me daba vergüenza, pensaba que quizá no sería capaz ni siquiera de mirarme al espejo sabiendo eso. Ahora sólo quiero descansar, que no me digan nada más. No me siento con más fuerzas, nunca me ha importado el qué dirán y no voy a empezar ahora a preocuparme por eso. No creo que valga la pena, me rindo, ya está. No voy a volver a pelear por nada más. Y si preguntais porqué os diré que he superado mi propio umbral,me he pasado de la raya. Estoy cansada sólo quiero descansar, dormir y levantarme tarde, muy tarde, cuando todo esto haya cicatrizado y pueda volver a erguirme otra vez.