Alcanzaré el cielo a tu lado.

A veces, me gusta entrar despacito en su habitación. Me siento a su lado a escucharle respirar. Le veo dormido, con esa calma que nos caracteriza cuando estamos soñando. Cualquiera diría que en pie es la persona más activa que conozco. Me gusta observar su boca, quieta. Me tumbo a su lado y pienso que si el paraíso existe entonces está ahi, a su lado. Le repaso la línea de su boca con el dedo, subiendo por su nariz, bordeando sus cejas. Enredo mi dedo en sus rizos despeinados. Da media vuelta en la cama, sonrie. Sabe que estoy a su lado. Y la verdad es que no nos importa saber que fuera llueven bombas nucleares, o saber que fuera nuestro cielo se esta quebrando. Estamos juntos en esa habitación y es lo único realmente importante.