Después del todo tiempo que ha pasado sigo sedienta de ese paraíso, ese
pedazo de cielo prometido sólo con sus besos. Lo veo, me mira, y creo en
esto. Creo en que puede volver a ser ''mío'', como creía en esos
tiempos. Hoy también entiendo que no debí caer en esas ilusiones
regaladas, como una simple y hermosa rosa.
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