miércoles, 8 de agosto de 2012

Un capullo.

Él solía hacer ese tipo de cosas qeu facilmente sacan de quicio a cualqiera. Se peinaba de forma extraña y vestía de forma incorrecta. Nunca saludaba por cortesía cuando llegaba a una cafeteria o una tienda; él no entendía de cortesia. Se reía de forma escandalosa y le parecía que la elegancia o las buenas formas estaban fuera de lugar. No le rendía cuentas a nadie, cuando le apetecía y sin avisar cogía su chupa de cuero y salía por la puerta; dejándome sola en la cama. Se acercaba a los niños peqeños y les decía cosas como: ''eeeh tu, ¿sabes que? Los reyes magos no existen, son tus padres!''.
Nos era imposible estar mas de dos horas en una habitación sin tirarnos toda la mierda encima. Bueno, exceptuando cuando hacíamos el amor. Paseábamos de la mano y le miraba el culo a cualquier golfa que pasase a su lado. Le gustaba escuchar demasiado alto canciones que yo entendia por ruido. Y para que hablar de detalles. No, ese hombre no entendía de eso. Eructaba, no se afeitaba, se metía en peleas, escupía...
¿Pero sabéis que? Ese hombre me salvo la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario