jueves, 9 de agosto de 2012

Dos locos enamorados, yonkis de ellos mismos.

"Y se quedó observando cómo dormía, escuchando su ligera respiración, acariciando su pelo fino, sintiendo el roce de su cuerpo con el suyo. Dándose cuenta de lo que tenía, ella, ella era suya, ella siempre será suya, pase lo que pase, suya y siempre. Él no lo sabe, él no se da cuenta, de que ella es la persona más feliz del mundo cuando él duerme junto a ella, cuando él la abraza, cuando él le da lo que ella quiere, cuando él es suyo y sólo suyo, cuando cada mañana besa sus labios, cuando él la intenta poner celosa, cuando lo consigue, cuando él va directo a abrazarla y a decirle un simple: "te quiero a ti, sólo a ti", sin perder esa sonrisa que le vuelve loca, cuando le acaricia cada centímetro de su piel, como un yonki que no puede vivir sin su droga."

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